
Día 7 – Una Muerte Santa
Yo considero que los sufrimientos del tiempo presente no pueden compararse con la gloria futura que se revelará en nosotros.
(Romanos 8, 18)
Intención:
Por los que agonizan y los que sufren enfermedades graves.
Virtud:
Deseo de vida eterna.
En medio de la pandemia de influenza de 1889 y 1890, el Padre McGivney viajó lejos para encontrar tratamientos efectivos, pero siempre regresaba a su parroquia para ocuparse de sus deberes mientras su salud se lo permitía.
En sus últimos días, los sacerdotes lo visitaron para consolarlo, aprender de él y darle el sacramento de la Unción de los Enfermos. Por su parte, oró fervientemente por sus feligreses y Caballeros, al ofrecer su sufrimiento a cambio de su bienestar espiritual y temporal. Un hombre de acción práctica hasta el final: actualizó su testamento, respaldó la educación de seminario de su hermano menor y dividió sus bienes entre sus hermanos.
La influenza, conocida como “grippe asiatica”, que captó la atención del mundo entero, también afectó su cuerpo. Estuvo confinado a la cama en su rectoría durante gran parte del verano antes de sucumbir al virus, con una afección subyacente de tuberculosis, el 14 de agosto de 1890, dos días después de su cumpleaños número 38, durante la vigilia de la Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María.
Era un modelo de bondad y paciencia y, en su último acto sacerdotal sobre la Tierra, se ofreció a Dios en una santa muerte.
Como recordaba uno de sus Caballeros: “Era un hombre dedicado a la gente. Se dedicaba con entusiasmo al bienestar de su gente, y toda la bondad de su alma sacerdotal se afianzó aún más en sus incesantes esfuerzos por mejorar su afección”. La estampita de oración para conmemorar su funeral citó un pasaje del Libro de la Sabiduría que destacó su santidad de vida y su cercanía a Dios: “Llegado a la perfección en poco tiempo, alcanzó la plenitud de una larga vida. Su alma era agradable al Señor, por eso, él se apresuró a sacarlo de la maldad” (Sabiduría 4, 13-14).
Peticiones
- Por nuestros seres queridos que han muerto, que pronto vean el rostro de Dios en la tierra de los vivos.
Por intercesión del Padre Michael McGivney, escucha Señor nuestra oración.
- Por aquellos que sufren en mente, cuerpo o alma, que puedan sentirse reconfortados y sanados por la misericordiosa mano de Dios.
Por intercesión del Padre Michael McGivney, escucha Señor nuestra oración.
- Para que muchas gracias lleguen a través de la intercesión del Padre Michael McGivney, que su ejemplo de virtud nos inspire a poner nuestra fe en acción por el bien de nuestras familias, parroquias y comunidades.
Por intercesión del Padre Michael McGivney, escucha Señor nuestra oración.
- Por las peticiones personales de aquellos que rezan esta novena, y por un milagro de Dios que conduzca a la canonización del Padre McGivney.
Por intercesión del Padre Michael McGivney, escucha Señor nuestra oración.
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén
Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
LETANÍA DEL PADRE McGIVNEY
- Señor, ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros
- Cristo, ten piedad de nosotros, Cristo, ten piedad de nosotros
- Señor, ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros
- Cristo, óyenos, Cristo, óyenos
- Cristo, escúchanos, Cristo, escúchanos
- Dios, Padre celestial, Ten misericordia de nosotros
- Dios Hijo, Redentor del mundo, Ten misericordia de nosotros
- Dios Espíritu Santo, Ten misericordia de nosotros
- Santísima Trinidad, un solo Dios, Ten misericordia de nosotros
Responder a cada titulo: Ruega por Nosotros
- Santa María,
- Santa Madre de Dios,
- Madre Inmaculada,
- Madre Santísima de Guadalupe,
- Estrella de la Nueva Evangelización,
- San José, Esposo amoroso de María Virgen
- San José, Guardián del Redentor,
- San Miguel Arcángel,
- Beato Michael McGivney,
- Humilde Siervo de Dios,
- Discípulo fiel de Jesús,
- Hijo del Inmaculado Corazón de María,
- Hijo obediente de la Iglesia,
- Sacerdote de ejemplar pureza,
- Sacerdote fervoroso de Cristo,
- Pastor gentil de las almas,
- Párroco devoto,
- Consejero sabio,
- Maestro y modelo de fe,
- Siervo de todos,
- Protector de los pobres,
- Defensor de la viuda y el huérfano,
- Amigo del solitario y del que sufre,
- Compañero del encarcelado,
- Consuelo del enfermo y el moribundo,
- Apóstol de la vida familiar cristiana,
- Padre de los jóvenes,
- Abogado de los trabajadores,
- Evangelizador del extraviado,
- Defensor del Evangelio de la Vida,
- Guardián de los laicos,
- Pastor de los inmigrantes,
- Modelo de caridad,
- Ejemplo de unidad,
- Constructor de la fraternidad católica,
- Instructor del patriotismo cristiano,
- Fundador de los Caballeros de Colón,
- Beato Michael, humilde en el servicio,
- Beato Michael, devoto del Sagrado Corazón,
- Beato Michael, puro de corazón,
- Beato Michael, fiel en el deber sacerdotal,
- Beato Michael, fuerte en el sufrimiento,
- Beato Michael, sereno en la muerte,
- Beato Michael, conformado a Cristo crucificado,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Perdónanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Escúchanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten piedad de nosotros.
Ruega por nosotros, Padre Michael McGivney
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos. Dios nuestro Señor, protector del pobre y defensor de la viuda y el huérfano, Tú llamaste a tu sacerdote, el Beato Michael McGivney, a ser un apóstol de la vida familiar Cristiana y a dirigir a los jóvenes al generoso servicio de su prójimo. Haz que por medio del ejemplo de su vida y virtud, podamos seguir a tu Hijo Jesucristo más estrechamente, cumpliendo tu mandamiento de amor y haciendo crecer su Cuerpo que es la Iglesia. Que la inspiración de tu siervo nos lleve a una mayor confianza en tu amor para que podamos continuar su obra de cuidar al necesitado y olvidado. Humildemente te pedimos que glorifiques al Beato Michael McGivney en la tierra de acuerdo a los designios de tu Santa Voluntad. Por su intercesión, concédeme el favor que te suplico (haga aquí su petición). Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Por favor, reporte todos los favores recibidos, en donde pidió la intercesión del Padre McGivney a: www.padremcgivney.org
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