Hora Santa
Como católicos, creemos en la Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía (en cuerpo, sangre, alma y divinidad). Como tal, estamos obligados a crecer en nuestro amor hacia Jesús en la Eucaristía y a compartir su presencia con el mundo.
Las Horas Santas son momentos de dialogo con Dios, donde se privilegia el escuchar al Señor Jesús que tiene tantas cosas maravillosas que transmitirnos; es nuestra alma la que necesita llenarse de Él.
Pueden incluir una reflexión, un rosario en comunidad, y oraciones.
Las oraciones comúnmente se pueden confundir con recitar una formula, pero no es ese el sentido. La oración es un dialogo, si crees en Jesús, crees que esta realmente presente en el Santísimo Sacramento, entonces esta oración, es el dialogo con Él; tal como cuando estas frente a un amigo. “La forma de conocer mejor a un amigo es pasar tiempo con él.
¿Que le dirías?
Cuando vuelves a ver a alguien, lo saludas, y le dices como te sientes al verlo o escucharlo (nuevamente o por primera vez), posteriormente continúas contándole algo, o pidiendo su ayuda (para ti o para alguien o algo), o solicitas su consejo para problemas que aún no has podido resolver, y así continua la conversación; al final le agradeces su atención, su tiempo, y te despides. Este es un esquema genérico de una platica. Las oraciones tienen esta estructura, pues con Jesús es igual.
Pero falta algo…
Nos falta escuchar lo que nos dice la otra persona ¿verdad?; ¿Para que pedir algo, si no esperamos la respuesta?
En nuestra naturaleza humana es muy fácil caer en este error, hablamos, pero no escuchamos. Nuestro amigo con el que hablamos también quiere saludarnos, quiere decirnos lo feliz que esta al vernos, al escucharnos, y lo mejor, quiere decirnos como nos puede ayudar con eso que le planteamos. Un verdadero amigo siempre buscara la manera de ayudarnos. Y Jesús es nuestro amigo, nuestro VERDADERO AMIGO (aún que a veces nosotros «NO SEAMOS BUENOS AMIGOS DE ÉL» y le fallemos o lo traicionemos).
en resumen
Jesús te escucha y te espera siempre, una vez iniciada la comunicación con el Señor es necesario estar atento a escucharlo, sentirlo y expresarle nuestro amor, nuestra admiración, nuestro respeto. Es necesario abrir el corazón al Señor para dejar que fluyan los sentimientos.
Recuerda: la Hora Santa es tu dialogo con Dios, donde se privilegia el escuchar al Señor Jesús que tiene tanto que transmitirnos; es nuestra alma la que necesita llenarse de Él.
Entonces… ¿Qué hacer durante la Hora Santa? Eso puede variar. Sólo hay que dejar que se exprese el corazón. La expresión del amor no tiene una estructura formal, aunque en la oración también podría ayudar el valerse de:
- Rosario
- Letanías
- Reflexiones
- Intenciones particulares
- Escrituras (en particular lecturas diarias)
- Liturgia de las Horas
- Himnos
- Oraciones (por la intercesión de nuestro fundador Beato Michael McGivney, o santos por ejemplo, San José, etc.).
- Sacramento de la Reconciliación
- Participación en la adoración perpetua
Todas ellas se pueden usar para irnos introduciendo en el silencio interior.
En Caballeros de Colón México queremos ayudarte, si aún no tienes la confianza de acercarte a Él, hablarle y escucharlo (o no sabes como hacerlo), te dejamos un apoyo para este dialogo inicial; conforme lo uses, veras que es sencillo, y llegara el momento que no necesites más de este apoyo para entablar un profundo contacto con Él.
Pero por ahora, úsala.
Guía para la Hora Santa
Pediremos:
*Perdón, por las ofensas cometidas por toda la humanidad hacia Dios
* Respeto por la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural
* Perdón y curación para todos los Enfermos del Cuerpo y del Alma
* Paz para los que se enfrentan a la muerte y enfermedades terminales
* Santidad dentro de la Iglesia para transformar la cultura
ORACIÓN DE APERTURA
léela despacio y medita cada renglón brevemente
Dios nuestro Padre amoroso,
sólo tú eres el Creador y Autor de toda la vida humana.
Venimos ante ti con nuestras oraciones por la vida, el perdón y la sanación.
Oramos por la protección de todo ser humano,
sabiduría a los que nos gobiernan,
y compasión por aquellos que trabajan para defender la vida humana.
Derrama con amor mucha gracia sobre tu Iglesia.
Concédele el perdón y la curación a todos los enfermos de alma y cuerpo.
En la presencia eucarística de tu Hijo, la Luz del Mundo,
dispersa la oscuridad del pecado
y ayúdanos a amarte a ti y a nuestro prójimo con todo nuestro corazón.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Al final de la oración de apertura, sigue un período de silencio.
LITURGIA DE LA PALABRA
Pueden usarse las lecturas y Evangelio del día
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del profeta Isaías 49: 1-6
«Escúchenme, islas lejanas, pongan atención, pueblos. Yavé me llamó desde el vientre de mi madre, conoció mi nombre desde antes que naciera. Hizo de mi boca una espada cortante y me guardó debajo de su mano. Hizo de mí una flecha puntiaguda que tenía escondida entre las otras. El me dijo: «Tú eres mi servidor, Israel, y por ti me daré a conocer.» Mientras que yo pensaba: «He trabajado en balde, en vano he gastado mis fuerzas, para nada.» Yavé, sin embargo, protegía mis derechos, mi Dios guardaba mi salario, pues soy importante para Yavé, y mi Dios e hizo mi fuerza. Y ahora ha hablado Yavé, que me formó desde el seno materno para que fuera su servidor, para que le traiga a Jacob y le junte a Israel: «No vale la pena que seas mi servidor únicamente para restablecer a las tribus de Jacob, o traer sus sobrevivientes a su patria. Tú serás, además, una luz para las naciones, para que mi salvación llegue hasta el último extremo de la tierra.»»
Palabra de Dios
Todos: Te alabamos Señor
SALMO
R. Guíame Señor, por el camino eterno.
Oh Señor, me has sondeado y me conoces;
Sabes cuando me siento y cuando estoy de pie;
Entiendes mis pensamientos desde lejos.
Mis viajes y mi descanso tú escudriñas,
Con todas mis formas en las que te familiarizas.
R. Guíame Señor, por el camino eterno.
Verdaderamente has formado mi ser más íntimo;
Me tejiste en el vientre de mi madre.
Te doy gracias de que estoy temerosa, maravillosamente hecho;
maravillosos son sus obras.
R. Guíame Señor, por el camino eterno.
Sondearme, oh Dios, y conocer mi corazón;
Pruébame, y conoce mis pensamientos;
A ver si mi camino está torcido,
Y me guían en el camino de lo viejo.
R. Guíame Señor, por el camino eterno.
ALELUYA, ALELUYA
Y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que Él me ha dado
ALELUYA, ALELUYA
EVANGELIO
Lectura del Evangelio según San Juan 6: 35-40
«Jesús les dijo: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed. Sin embargo, como ya les dije, ustedes se niegan a creer aun después de haber visto. Todo lo que el Padre me ha dado vendrá a mí, y yo no rechazaré al que venga a mí, porque yo he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que Él me ha dado, sino que lo resucite en el último día. Sí, ésta es la decisión de mi Padre: toda persona que al contemplar al Hijo crea en él, tendrá vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.»»
Palabra de Dios
Todos: Honor y Gloria a Ti, Señor Jesús
Al final de la liturgia, sigue un período de silencio, seguido de un momento de oración personal y adoración.
ORACIONES DE PETICIÓN
Volvemos ante ti, Señor, que estás lleno de misericordia y compasión, y te presentemos nuestras oraciones y peticiones.
R. Señor, ten piedad
Por un profundo valor para llenar el corazón de mujeres y hombres que están contemplando el aborto en este preciso momento, Por la madre que despierta cada mañana con el recuerdo del aborto, Por el padre cuyo hijo murió con su cooperación y consentimiento, Por los padres que influyeron en la decisión de su hijo de abortar a su nieto, Por los médicos, enfermeras y todos aquellos que realizaron o ayudaron con abortos. Oramos al Señor.
R. Señor, ten piedad
Por el arrepentimiento, la sanación, el perdón y la paz en nuestros corazones, nuestra Iglesia y nuestra nación, Para que todos sigamos el ejemplo de Cristo, el Buen Pastor, y protejamos fielmente la inocencia y el bienestar de todos los niños, adolescentes y jóvenes, hombres y mujeres. Oremos al Señor.
R. Señor, ten piedad
Dios nuestro Señor, protector del pobre y defensor de la viuda y el huérfano, Tú llamaste a tu sacerdote, el Beato Michael McGivney, a ser un apóstol de la vida familiar Cristiana y a dirigir a los jóvenes al generoso servicio de su prójimo. Haz que por medio del ejemplo de su vida y virtud, podamos seguir a tu Hijo Jesucristo más estrechamente, cumpliendo tu mandamiento de amor y haciendo crecer su Cuerpo que es la Iglesia. Que la inspiración de tu siervo nos lleve a una mayor confianza en tu amor para que podamos continuar su obra de cuidar al necesitado y olvidado. Humildemente te pedimos que glorifiques al Beato Michael McGivney en la tierra de acuerdo a los designios de tu Santa Voluntad.
Por su intercesión, concédenos lo que te suplicamos
Agrega tus peticiones personales.
Por Cristo nuestro Señor
Fundador de los Caballeros de Colón
Amén.
Con la confianza de que siempre nos escuchas, sabes la verdad en nuestro corazón, y entiendes nuestras peticiones a pesar que no sabemos hacerlas, anteponiendo siempre que se haga tu voluntad y no la nuestra, y con el anhelo de la venida del Reino de Dios, Oramos a ti, ¡oh! Padre, como Jesús nos enseñó:
Padre nuestro, que estás en el cielo, Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad, en la tierra como en el Cielo.Danos hoy nuestro pan de cada día.
Y perdónanos nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.
Al final de la oración del Señor, arrodillate y ora de la siguiente manera:
Míranos, oh Señor, desde tu trono celestial, danos tu luz y guíanos con tu brillo, para que por la noche como por el día, tu pueblo entero puede glorificar tu santo Nombre, a través de Cristo nuestro Señor.
Amén.
Himno de adoración al Santísimo Sacramento
CANTO
“Cantemos al Amor de los amores”
Letra del P. Restituto del Valle, O.S.A.,
Música de D. Juan Ignacio Busca de Sagastizábal
Cantemos al Amor de los amores,
cantemos al Señor.
Dios está aquí,
venid adoradores, adoremos
a Cristo Redentor.¡Gloria a Cristo Jesús,
cielos y tierra, bendecid al señor
honor y gloria a Ti, rey de la gloria
amor por siempre a Ti
Dios del Amor!Unamos nuestra voz a los cantares
del coro celestial;
Dios está aquí,
al Dios de los altares alabemos
con gozo angelical.¡Gloria a Cristo Jesús,
Este fue el Himno oficial del XXII Congreso Eucarístico Internacional que se celebró en Madrid del 25 al 30 de Junio de 1911.
cielos y tierra, bendecid al señor
honor y gloria a Ti, rey de la gloria
amor por siempre a Ti
Dios del Amor!
ORACIÓN FINAL
Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tú Pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
ALABANZA DIVINA Y DESPEDIDA
Bendito sea Dios.
Bendito sea Su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo, Paráclito.
Bendita sea la gran Madre de Dios, María santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus Santos.
Que el corazón de Jesús, en el Santísimo Sacramento, sea alabado, adorado y amado, con grato afecto, a cada momento, en todos los tabernáculos del mundo, hasta el fin de los tiempos.
Amén.
Gracias, Jesús mío, por la bondad con que me has recibido y permitido gozar de tu presencia y compañía amorosas.
Me vuelvo a mis ocupaciones. Mi corazón queda contigo. En mi trabajo y en mis descansos me acordaré de Ti, y procuraré vivir con la dignidad que merece tu amistad divina.
Dame tu bendición y concedeme todas las gracias, que necesito, para amarte y servirte con la mayor fidelidad.
Bendice, Señor, a nuestro Santo Padre el Papa, tu Vicario en la tierra; ilumínalo, santifícalo y líbralo de todos sus enemigos.
Bendice a tu Iglesia Santa y has que su luz brille en todas las naciones; y que los paganos conozcan y adoren al único verdadero Dios y a su Hijo Jesucristo.
Bendice a tus sacerdotes, santifícalos y multiplícalos.
Bendice y protege a nuestra nación.
Bendice a todos nuestros bienhechores y concédeles la bienaventuranza eterna.
Bendice a los que nos han ofendido y cólmalos de beneficios.
Bendice a todos nuestros familiares y has que vivan todos en tu gracia y amistad y que un día nos reunamos en la Gloria.
Da el descanso eterno a todas las almas de los fieles difuntos que están en el Purgatorio.
Da la salud a los enfermos. Convierte a todos los pecadores. Danos a todos tu divino amor, para que logremos ver tu santísimo rostro, luz esplendorosa en la Gloria, donde en unidad con el Padre y el Espíritu Santo te alabaremos y bendeciremos por los siglos de los siglos.
Amén.
Oh Señor, sé Rey no sólo de los hijos fieles que jamás se han alejado de Ti, sino también de los hijos pródigos que te han abandonado; haz que vuelvan pronto a la casa paterna, para que no perezcan de hambre y de miseria. Amén.