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En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano de éste, y los hizo subir a solas con él a un monte elevado. Ahí se transfiguró en su presencia: su rostro se puso resplandeciente como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la nieve. De pronto aparecieron ante ellos Moisés y Elías, conversando con Jesús.

Entonces Pedro le dijo a Jesús: “Señor, ¡qué bueno sería quedarnos aquí! Si quieres, haremos aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”.

Cuando aún estaba hablando, una nube luminosa los cubrió y de ella salió una voz que decía: “Éste es mi Hijo muy amado, en quien tengo puestas mis complacencias; escúchenlo”. Al oír esto, los discípulos cayeron rostro en tierra, llenos de un gran temor. Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo: “Levántense y no teman”. Alzando entonces los ojos, ya no vieron a nadie más que a Jesús.

Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: “No le cuenten a nadie lo que han visto, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos”.

Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

(Evangelio para el 5 de Marzo, Mateo 17 1-9)

“No tengan miedo”. Son palabras que leemos frecuentemente en las Escrituras. Aquí, Jesús les habla a los apóstoles, deslumbrados por su Transfiguración. De manera similar, el ángel le dijo a San José: “No temas recibir a María, tu esposa”, que había concebido al Niño Jesús, como su esposa. Saber que Dios está con nosotros debería animarnos y fortalecernos.

A veces, como les ocurría a los apóstoles, nos sentimos abrumados por los misterios de la fe. En otras ocasiones, los retos de vivir nuestra fe en medio de una cultura secular pueden parecer intimidantes.

Sin embargo, Cristo nos empodera permanentemente cuando nos dice:
“Levántense, no tengan miedo”

El Desafío del Capellán Supremo Arzobispo William E. Lori:

  • Este mes en el que celebramos la fiesta de San José, te desafío a ver el documental San José: Nuestro Padre Espiritual (disponible gratuitamente aquí), reflexionando en la valentía de San José.
  • También te desafío a participar en el programa Ícono Peregrino de Fe en Acción, que cuenta con un ícono de San José.

Preguntas para reflexionar:

Arzobispo William E. Lori
  • ¿A qué le temes?
  • ¿Tus miedos impiden que cumplas plenamente el plan de Dios en tu vida?
  • ¿De qué manera puedes imitar el valentía de San José?

Recursos de apoyo

Ponga su Fe en Acción, esto le ayudara a replicar el amor de Cristo para todos quienes le rodean, cada consejo sigue un programa de fe en acción que le ayudara a usted y a su familia a poner en práctica «LA CARIDAD QUE EVANGELIZA»

CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

Nuestro Padre Espiritual.

¿qué significado tiene para una persona estar consagrada a San José?

Bien, básicamente significa que tú reconoces que él es tu padre espiritual y que quieres ser como él. Para demostrarlo, te encomiendas por entero a su cuidado paternal para que él amorosamente te ayude a adquirir sus virtudes y alcanzar la santidad.
La consagración total a San José significa que, mediante un acto formal de confianza filial, te encomiendas a tu padre espiritual para que él pueda tomar bajo su cuidado tu bienestar espiritual y llevarte a Dios. La persona que se consagra a San José quiere estar lo más cerca posible de su padre espiritual, al punto de asemejarse a él en virtud y santidad. San José, por su parte, dará a sus consagrados su amorosa atención, protección y dirección.

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