En 1882, el sacerdote Michael J. McGivney convoco a lideres laicos en su parroquia, para satisfacer las necesidades urgentes que vio en su comunidad, y compartió su visión para una organización dedicada a mejorar el bienestar espiritual y temporal de las familias.
Es así como nacen los Caballeros de Colón.
A partir de ese único consejo, y en la actualidad como guardianes de esa visión, hemos crecido en todo el mundo y actualmente existen más de 18,200 consejos locales.
Durante toda nuestra historia, nos hemos distinguido por desarrollar y apoyar proyectos orientados al fortalecimiento de la fe católica en el mundo, apoyando la labor evangelizadora y misionera del Papa, los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas de las parroquias.
Historia de la Fundación
A finales del siglo XIX Connecticut se caracterizó por el crecimiento de las sociedades de beneficios fraternales, prejuicios anti-católicos y peligrosas condiciones de trabajo en las fábricas que dejaron a muchas familias sin un padre. Reconociendo una necesidad en su comunidad, el padre Michael J. McGivney, de 29 años, vicepárroco de la iglesia de Santa María en New Haven, Connecticut, reunió a un grupo de hombres en su parroquia el 2 de octubre de 1881. Propuso crear una organización laica para impedir que los hombres católicos entraran en sociedades secretas contrarias a la enseñanza de la Iglesia, uniendo a los hombres católicos y ayudando a las familias de los miembros fallecidos.
Los Caballeros de Colón nacen el 6 de febrero de 1882, cuando los primeros miembros eligen a Colón reconocido como católico y celebrado como el responsable del descubrimiento de América, como su patrono, pues gracias al accidental descubrimiento del continente, llego la evangelización a América.
Los Caballeros de Colón eligieron a sus autoridades en febrero de 1882 y asumieron su condición corporativa el 29 de marzo. Por esta razón festejamos ese día como el día del Fundador.
Inmediatamente después de la incorporación de la Orden el 29 de marzo, el Padre McGivney envía a los sacerdotes un llamado a toda la diócesis para que se incorporen, y formen sus consejos locales con nuevos miembros de sus comunidades parroquiales.
Además de los beneficios de la Orden, los hombres católicos fueron atraídos a los Caballeros por su énfasis en servir con virtud a la Iglesia, la comunidad y la familia. La fraternidad y el patriotismo se añadieron a los principios rectores de la caridad y la unidad de los Caballeros en 1885 y 1900, respectivamente.
En 1905, la Orden se expandió a México, creando el 1er. consejo de este país, el consejo de Guadalupe con el número 1050 en la Ciudad de México.
Los números globales hablan por si mismos:
NUESTRA ESTRUCTURA
La sede internacional de Caballeros de Colón se encuentra en New Haven, Connecticut. Dirigida por el caballero supremo, que es el director ejecutivo de los Caballeros. Esta oficina brinda apoyo administrativo y liderazgo para nuestros más de 18,250 consejos locales. Para poder atender a todos estos consejos locales, se realizó una sectorización y actualmente contamos con 75 jurisdicciones en todo el mundo; 5 de ellas se encuentran en México.
Consejos de Estado en México
En México existen 5 Jurisdicciones (Consejos de Estado) para ayudar a guiar las actividades regionales que son coherentes con los principios de la Orden. Estos son:
- México Nor-Oeste (MW)
- México Nor-Este (ME)
- México Occidente (MJ)
- México Centro (MC)
- México Sur (MS)
Distritos
Cada consejo de estado está dividido en distritos: áreas territoriales especificas que agrupa varios consejos locales y parroquias, las cuales, si alguna no tiene su consejo local o parroquial tendrá asignado a un hermano caballero para ayudar al párroco a formar su consejo.
Consejos Locales
Los consejos locales son la unidad básica de los Caballeros. La mayoría tiene su sede en parroquias, aunque algunas tienen su propio salón del consejo dentro de una comunidad. Cada consejo local trabaja para ayudar con las necesidades de su comunidad de acuerdo con los principios de la Orden. Un consejo de Caballeros de Colón puede hacer maravillas; de hecho, con sus múltiples programas, puede ayudar a cambiar la comunidad, el pueblo, la ciudad o el vecindario. Sin embargo, el éxito de un consejo depende de que sus miembros tomen la idea inicial y la adapten a situaciones específicas y las necesidades locales, para posteriormente implementar los programas.
Párrocos o Capellanes
Los Párrocos son pieza fundamental en Caballeros de Colón, ellos junto con su consejo evalúan las necesidades de su comunidad e implementa los programas y actividades que más se necesitan en su área. Las actividades de los Programas de Fe en Acción de los Caballeros de Colón están diseñadas para involucrar a los miembros del consejo en diversas actividades.
Asambleas de Cuarto Grado
Para la mayoría de los hombres que siguen a Jesús, llega un momento en que el deber se extiende más allá de nuestra propia vida, más allá de cómo guiamos a nuestra familia y en cómo servimos a nuestro prójimo. De eso se trata los Caballeros de Colón. El Grado Patriótico permite a los caballeros dar un paso más allá. “Caballero” es más que un título. Es un honor.
Desde nuestra fundación en 1882, y específicamente en México desde 1905, los Caballeros de Colón han estado en apoyo constante a los más necesitados; y no solo nos referimos a necesidades económicas, sino también espirituales.
Ayudar donde más se necesita
“Ya sea en casa o en el extranjero, la caridad es nuestro primer principio y la base de todo lo que hacemos como hermanos Caballeros”
Carl Anderson (Pasado Caballero Supremo)
Los programas de Caballeros de Colón están diseñados para cuidar a los miembros más desfavorecidos de nuestras comunidades: personas sin hogar, personas que sufren de adicciones, ancianos que pueden sentirse aislados y abandonados, así como muchos otros. A través de estos programas, los consejos ayudarán a las personas necesitadas por medio de actividades que consideren más adecuadas para su comunidad, como servir u organizar un comedor de beneficencia, reparar las instalaciones de una organización de servicio local o algo totalmente único. Los requisitos para estos programas son muy diversos para que los consejos sirvan a su comunidad de la mejor manera manera, pero la mejor referencia para definir su actividad son las 7 obras de misericordia, en especial las corporales: visitar y cuidar al enfermo, dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, recibir al peregrino, vestir al desnudo, visitar al preso y enterrar a los difuntos.
Las campañas de donativos que realizan las diferentes jurisdicciones en México apoyan a las Parroquias participantes, logrando en conjunto aportes importantes para las necesidades especificas de cada una de ellas.