¿Te agrada este contenido? Comparte con tus amigos:

Dios me mira y me conoce, me mira y me ama. A Él no necesito acudir con pretensiones, cubriendo apariencias o disfrazando mis defectos.

6 de Diciembre

AQUÍ ESTOY, MÍRAME

CAMINO A BELÉN

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Querido niño Jesús: Te quiero hacer presente aquí, en este momento de oración.  Muchas veces me acuerdo de ti, pero no te pienso. Pensarte es quererte y quererte es buscarte. Sí, quiero buscarte, caminar hacia ti, pero sabiendo que Tú me buscas siempre primero. Quiero recorrer este camino de la mano de María, tu madre, sostenido por  el auxilio del Espíritu Santo,  para que tu Amor se revele en plenitud dentro de mi corazón en esta Navidad.

CITA

Ser vistos por Cristo es ser acogidos en nuestra humanidad frágil y caída para que en sus ojos veamos el cielo que nos tiene prometido y nos animemos a caminar en su presencia.
(Del Libro «Sal de tu Cielo» Cap. 2.3 del P. Guillermo Serra)

REFLEXIÓN

Dios me mira y me conoce, me mira y me ama. A Él no necesito acudir con pretensiones, cubriendo apariencias o disfrazando mis defectos. Su mirada penetra hasta lo más profundo de mi corazón y de mi pensamiento. Con una mirada recoge toda mi persona y me ama así, de un solo golpe. Soy visto por Dios con amor eterno. Él me creó tal como soy y me consideró infinitamente valioso como para que su Hijo muriera por mi salvación.

Ahora, con humildad, reconociendo mi pequeñez y la necesidad que tengo de ti querido niño Jesús, me presento delante de ti. Te pido que me permitas dejarme amar por esa mirada tuya, de ojos inocentes; que cuando mis ojos y los tuyos se encuentren, se abra un camino directo para que yo vaya a tu corazón y Tú llegues al mío. Al contemplarte quisiera aprender a imitarte, ver como Tú ves, sentir como Tú sientes, amar como Tú amas.

En tu mirada encuentro la alegría de saberme amado, la paz de saberme perdonado y la esperanza de la promesa del cielo. Necesito mucho de ese amor para mantenerme en el camino del amor que Tú quieres que recorra. No permitas jamás que me oculte a tus ojos, que me pierda por caminos donde ellos no me encuentren o pensar que en mis debilidades y caídas Tú retirarás la vista. Tus ojos son mi sostén.

ORACIÓN

ESOS TUS OJOS

Dichosos los que han visto
a Dios envuelto en pañales
Milagro realizado en Belén
dando fin a todas las señales

Carne mía y vida mía
Niño de las promesas
Mi alma salta de alegría
Dios conmigo para siempre

Entro temblando en tu humilde casa
Ojos fijos en tu mirada
Dos gotas de cielo anticipado
Ternura de lo alto derramada

Esos tus ojos,
Me limpian la mirada
Me regalan esperanzas
Me acallan mis temores
Me hablan de cariño
Me cantan melodías
Me donan paz

Esos tus ojos,
Reirán ante tu dulce Madre
Se elevarán al Padre cada noche
Soñarán con tus discípulos
Sanarán enfermos y pecadores
Se entristecerán ante la muerte

Esos tus ojos,
Resucitarán para darnos esperanza de vivir
para verlos nuevamente
fijos en el corazón del Padre
en el gozo del Espíritu de Amor

Esos tus ojos, Jesús mío
Quiero por siempre contemplarlos
aquí en esta tierra de dolor
porque así me sentiré seguro

Esos tus ojos que son,
Testigos de mi destino
Presencia de un amigo
Fuerza en el camino

Amor, así escondido
De un Dios que ha nacido
parar llorar conmigo
y recordarme mi destino
El cielo bendito
que hecho Niño se me abre
en esos ojos tuyos, Jesús mío

Del libro «Jesús a mi Alma» del P. Guillermo Serra L.C.

PROPÓSITO

  • En oración, me pondré delante de Jesús tal cual soy, desnudando mi alma en su presencia y me dejaré contemplar por Él, sabiendo que me ama y me perdona.
¿Te agrada este contenido? Comparte con tus amigos:

1 comentario en “Ven a mi Corazón – Día 15”

  1. Eduardo David Muñoz Roblero

    Muy buena toda esta preparación, felicidades, espero sigan sacando más guías cómo estás,
    Dios los bendiga 🙏

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *