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Reunidos alrededor de la corona de Adviento, cada uno expresará la razón de su alegría y dará gracias a Jesús

11 de Diciembre

ALÉGRENSE

CAMINO A BELÉN

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Querido niño Jesús: Te quiero hacer presente aquí, en este momento de oración.  Muchas veces me acuerdo de ti, pero no te pienso. Pensarte es quererte y quererte es buscarte. Sí, quiero buscarte, caminar hacia ti, pero sabiendo que Tú me buscas siempre primero. Quiero recorrer este camino de la mano de María, tu madre, sostenido por  el auxilio del Espíritu Santo,  para que tu Amor se revele en plenitud dentro de mi corazón en esta Navidad.

CITA

Fortalezcan las manos débiles, afiancen las rodillas vacilantes. Digan a los de corazón inquieto; ¡Sean fuertes y no teman! Miren que llega su Dios. Los redimidos de Yahvé volverán, entrarán en Sión entre aclamaciones: precedidos por alegría eterna, seguidos de regocijo y alegría. ¡Adiós penas y suspiros!
(Isaias 35, 3-4.10)

REFLEXIÓN

En este día, queremos reunirnos llenos de alegría ante la inminencia de tu llegada Jesús. Todo el ambiente nos habla de la cercanía de tu nacimiento y nuestros corazones se deben regocijar ante el misterio de lo que nos espera: la llegada de nuestro Salvador.

Jesús ha sanado nuestras heridas. Sentimos una alegría profunda, un gozo colmado y Él también es feliz de vernos curados. El fundamento de nuestra alegría debe ser recibir su amor.

En este momento de oración, recapacitemos en la necesidad que tenemos de salir de nosotros mismos, de nuestras seguridades, del afán de controlar nuestra vida y ser creadores de nuestra propia felicidad; para salir a la búsqueda de quien no sólo da la felicidad, sino de quien es la felicidad. Cuando despegamos nuestros ojos del suelo, del mundo y dejamos que vuelen hasta los ojos de Cristo, entonces podremos experimentar la inmensa alegría de ser penetrados por la mirada de Aquél que nos consuela porque nos conoce y nos ama.
¡Alegrémonos de todo corazón y demos gracias a Jesús, Dios con nosotros!

ORACIÓN

BUSCARÉ TU ROSTRO

En mi soledad, aunque duela, buscaré
En mi alegría, para que sea verdadera, buscaré

En mi juventud, para que sea pura, buscaré
En mi madurez, para que sea plena, buscaré
En mi vejez, para que sea compañera, buscaré

En mi hermano, para que sea mío, buscaré
En mí mismo, para que sea tuyo, buscaré

En el miedo, para que sea fuerte, buscaré
En mis heridas, para que sean limpias, buscaré
En mi enfermedad, para que sea enseñanza, buscaré

En mi oración, para que sea profunda buscaré

Sí, buscaré, Señor, cada día:

Tu sonrisa para que sea mi alegría
Tus ojos para que sean mi mirada
Tus oídos para que sean mi canción
Tu boca para que sea mi palabra
Tu rostro, en fin, para que sea mi luz y mi salvación

Del libro «Jesús a mi Alma» del P. Guillermo Serra L.C.

PROPÓSITO

  • Frente a la corona de Adviento, si es posible en familia, expresará cada uno la razón de su alegría y dará gracias a Jesús, haciendo a su vez un propósito para corresponder a  Jesús con una acción que alegre su Corazón.
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