OCTUBRE 2022
Incluso los apóstoles, que caminaron con Jesús, vivieron con Jesús, escucharon sus enseñanzas y lo vieron hacer milagros, tuvieron problemas con su fe.
Cada mes, el arzobispo Guillermo Lori – Capellán supremo de los Caballeros de Colón – selecciona un breve paso de la lectura del evangelio de una de las misas de domingo del mes.
El arzobispo Lori comparte una breve reflexión y publica un desafío, para que así, los hombres continúen su proceso de evangelización, y ayuden a otros a hacerlo.
El capellán supremo sugiere que el desafío mensual se realice de preferencia durante una reunión de su consejo de Caballeros de Colón, pero se puede hacer en un grupo separado o individualmente.
Tomando el desafío mensual del capellán supremo, los hombres toma acción directa, concreta para crecer en su fe y ayudar sus hermanos para también hacerlo.
Incluso los apóstoles, que caminaron con Jesús, vivieron con Jesús, escucharon sus enseñanzas y lo vieron hacer milagros, tuvieron problemas con su fe.
Todos somos pecadores y, al igual que el hijo pródigo, debemos despertar, arrepentirnos y volver al Padre.
Una parte importante de humillarse es no concentrarnos constantemente en nuestras propias necesidades, preocupaciones y deseos.
No conocemos la fecha y la hora de uno de los eventos más importantes de nuestras vidas: la muerte. ¿Cómo prepararnos para esto? Jesús nos insta a buscar ser “ricos a los ojos de Dios”.
Hermano, recuerda que Jesús muestra un amor y cuidado especial hacia los pobres, enfermos y los menos afortunados de la sociedad, y resolvamos hacer lo propio con nuestros actos como señal de amor hacia Él.
Jesús es el Buen Pastor y la Iglesia es su rebaño.
¿Pero, es usted una buena oveja? ¿Escucha usted su voz cuando lo llama, le enseña y lo guía?
Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los Apóstoles y les dijo: «He deseado ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión, porque les aseguro que ya
Mientras éstos se alejaban, Pedro dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». Él no sabía lo