Episodio 5 FAMILIA

Respira en mí, Oh Espíritu Santo, para que mis pensamientos puedan ser todos santos. Actúa en mí, Oh Espíritu Santo, para que mi trabajo, también, pueda ser santo. Atrae mi corazón, Oh Espíritu Santo, para que sólo ame lo que es santo. Fortaléceme, Oh Espíritu Santo, para que defienda todo lo que es santo. Guárdame, pues, Oh Espíritu Santo, para que yo siempre pueda ser santo. Amén.

Oración De San Agustín Al Espíritu Santo

Un momento de silencio para reflexionar la oración.

1. En el episodio “Familia”, Jason Evert describe una “batalla por el alma de la familia” en la que los hombres deben estar presentes e involucrados.

• ¿Qué implica esta batalla por el alma de la familia? ¿Cuáles son algunas de las amenazas clave para una vida familiar saludable hoy? ¿Quién o qué está creando esta batalla?
• ¿De qué manera algunos hombres “se retiran del campo de batalla por completo” en esta lucha por la familia? ¿Cuáles son algunas razones para retirarse?
• ¿Qué acciones específicas deben tomar los hombres, especialmente los padres, en sus propias familias para luchar en esta batalla? ¿Qué acciones deben tomar los hombres en la sociedad en general?

2. “El estudio de la civilización nos muestra que el surgimiento de las civilizaciones nace de la vida familiar y que la caída de las civilizaciones también proviene de la caída de la vida familiar”, dice el Dr. Scott Hahn.

• ¿Cuáles son algunos de los efectos que la falta de los padres y el divorcio a menudo tienen en los niños involucrados? ¿Cuáles son los efectos sobre los padres, tanto padres como madres?
• ¿Qué efectos se ven relacionados con la estabilidad de la comunidad en general cuando las familias deshechas y sin padres son muy comunes?
• ¿Cuáles son, por otro lado, los efectos en una comunidad cuando la vida familiar es fuerte y los hogares de dos padres comprometidos son la norma?

3. El episodio analiza los problemas que surgen cuando el padre no da un buen ejemplo de asistir a la Misa o participar con reverencia.

• En la formación religiosa de sus hijos, ¿cuán importante es que un esposo y una esposa sean unidos en sus creencias y prácticas en la fe católica? ¿Qué desafíos pueden surgir en la crianza de los hijos cuando una pareja casada no está de acuerdo sobre estos asuntos fundamentales?
• El episodio indica la importancia de la influencia del padre en sus hijos en términos de la práctica religiosa. ¿Por qué es particularmente importante la influencia del padre? ¿Cómo difiere de la influencia de la madre?
• ¿Qué cosas simples pueden hacer los hombres para dar un mejor ejemplo a sus hijos cuando asisten a la Misa específicamente y en su práctica religiosa en general?

4. Cristofer Pereyra dice que ser un buen padre no se trata del dinero que gastamos en los niños, sino del amor y el tiempo que les damos. Él dice que los padres deberían trabajar solo tanto como necesitan y dar el resto de su tiempo a sus familias.

• ¿Qué impulsa a algunos hombres a convertirse en “adictos al trabajo”?
• Tener suficiente tiempo para tener éxito tanto en el trabajo como en el hogar puede ser un desafío extremadamente difícil. ¿Qué cosas pueden hacer los hombres para encontrar el tiempo necesario para ser un buen trabajador y un buen padre?
• ¿Cuánto tiempo por día o por semana, en promedio, debe un padre tratar de pasar con sus hijos?

5. Steve Greene enfatiza que dar la vida por su esposa y su familia significa hacer sacrificios y negarse a sí mismo de muchas maneras cada día.

• ¿Cómo la historia del matrimonio de Greg y Julie Alexander en un momento ilustra la falta de un amor verdaderamente mutuo y de autosacrificio? ¿Qué llevó a los Alexanders a reexaminar cómo vivían su matrimonio y comenzar un camino diferente? ¿Cuál fue este enfoque distinto del matrimonio y cómo lo vivieron concretamente?
• ¿Cuáles son algunos ejemplos de sacrificios comunes que los hombres pueden hacer por sus esposas e hijos durante el día? ¿Puede ser difícil hacer estos sacrificios? Si es así,¿cuáles son algunas formas de seguir comprometidos con ellos?
• ¿De qué manera el enfoque de un hombre en sacrificarse por su esposa y su familia de esta forma ayuda a cumplir las instrucciones de San Pablo a los esposos: “amen a su esposa, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella”? (Efesios 5,25).

“El fin último del matrimonio se resume en dos palabras: Amor e Hijos. El matrimonio es una misión. Es una misión para poblar el reino de Dios, como un equipo, esposo y esposa, madre y padre”

(Douglas Bushman).

“Dios comenzó todo el acto de la redención a través de una Sagrada Familia. Y creo que Dios continúa su obra de redención a través de familias santas. Es por eso que la familia es tan atacada. La batalla que enfrentamos es realmente una batalla por el alma de la familia. Y creo que la forma en que debemos involucrarnos como hombres es a través de nuestra presencia, al rechazar esa tentación de retirarnos del campo de batalla por completo”

(Jason Evert).

“Existe una gran confusión sobre lo que significa ser un buen padre o una buena madre o un buen padre de familia. No es el dinero que gastas en ellos. Es el tiempo y el amor que inviertes en ellos. Creo que los padres necesitan trabajar cuando necesitan trabajar, pero no más que eso, porque sus hijos no necesitan que les compren más cosas. Sus hijos necesitan que pasen más tiempo con ellos”

(Cristofer Pereyra).

“¿Quién es más hombre, aquel que corre o aquel que enfrenta sus responsabilidades y los retos de las relaciones, la familia y la intimidad? ¿Puede un hombre que teme entregarse a sí mismo ser auténtico discípulo de Cristo? De hecho, ¿puede un hombre así amar de verdad?

(Firme en la Brecha: Una exhortación apostólica a los hombres católicos).

“Si se diera el caso, literalmente sacrificaría mi vida física para salvar a mi esposa, para salvar a mis hijos. Pero lo difícil de nuestra vocación como hombres es que no es así de fácil. Porque el sacrificio es cada día en las cosas pequeñas, mi egoísmo, mi tiempo, creando mi propio espacio, viviendo para mí. ¡No! Eso es a lo que tienes que morir. Eso es lo que tienes que sacrificar. Esa es la parte de tu vida que tienes que entregar. Y eso es mucho más difícil que brincar frente a una bala en movimiento”

(Steve Greene).

“Hombres, su presencia y misión en la familia es irremplazable; despierten y con amor retomen su lugar, dado por Dios, como protectores, proveedores y líder espiritual de su hogar”

(Firme en la Brecha: Una exhortación apostólica a los hombres católicos).

Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer. Y los bendijo, diciéndoles: “Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra”

(Génesis 1,27-28).

Los hijos son un regalo del Señor, el fruto del vientre es una recompensa; como flechas en la mano de un guerrero son los hijos de la juventud. ¡Feliz el hombre que llena con ellos su aljaba!

(Salmo 127,3-5).

Inicia al niño en el camino que debe seguir, y ni siquiera en su vejez se apartará de él

(Proverbios 22,6).

Graben estas palabras en lo más íntimo de su corazón. Átenlas a sus manos como un signo, y que sean como una marca sobre su frente. Enséñalas a tus hijos, inculcándoselas cuando estés en tu casa y cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte…

(Deuteronomio 11,18-19).

Oren por sus familias.

Guarden el Sabbat con sus familias.

Den un mejor “regalo”.

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre el su poder, es nuestra humilde suplica, y tú, Príncipe de la milicia, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

Oración a San Miguel