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Oraciones a San José

Memorare a San JoséOración de San Juan Pablo II para la Solemnidad de San JoséOración de la Novena al Manto Sagrado
Oración de San Luis de MontfortOración de San Bernardino de SienaOración a San José, Terror de los Demonios
Oración del Beato Guillermo José ChaminadeOración de San Pedro Julián EymardOración a San José por alguien en particular, del Padre Donald Calloway
Oración del Papa León XIIIOración del Beato Bartolo Longo (Familiar)Oración a San José por un alma del purgatorio, del Padre Donald Callow
Oración del Papa San Pío X a San José ObreroOración del Beato Bartolo LongoOración a San José por la pureza, del Padre Donald Calloway
Oración del Papa San Juan XXIIIOración de San Alfonso María de Ligorio por una buena muerteOración a San José dormido
Oración de San Francisco de SalesSalutaciones a San José de San Juan EudesVen Espíritu Santo

Letanía de San José

Memorare a San José

Acuérdate, oh castísimo esposo de la Virgen María y amable protector mío San José, que jamás se ha oído decir que ninguno que haya invocado tu protección e implorado tu auxilio, no haya sido consolado. Confiando plenamente en tu poder, ya que ejerciste con Jesús el cargo de Padre, vengo a tu presencia y me encomiendo a Ti con todo fervor. No deseches mis súplicas, antes bien acógelas propicio y dígnate acceder a ellas piadosamente. Amén.

Oración de San Luis de Montfort

Salve, José, el justo, la sabiduría está contigo; bendito eres entre todos los hombres y bendito es Jesús, el fruto de María, tu fiel esposa. Santísimo José, digno padre adoptivo de Jesucristo, ruega por nosotros, pecadores, y obtennos de Dios la sabiduría divina, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Oración del Beato Guillermo José Chaminade

Oh, casto Esposo de la más pura y santa de todas las criaturas; qué gozo el tuyo de haber hallado tan grande favor y gracia del Padre Eterno que nos entregó a su Hijo; ante el Hijo que te hizo tutor de su sagrada humanidad; ante el Espíritu Santo que te confió a su cónyuge para que pudieras ser como los querubines que guardaban el fruto de la vida en el jardín del Edén. ¡Cuán felices y bendecidos son aquellos a quienes amas y tomas bajo tu protección!
Oh fiel guardián de la Madre de Dios, guarda a los que te honran en medio de las pruebas y alegrías de esta vida. Amable tutor de Jesús, socorre a tus siervos en los peligros y dificultades de su exilio; que sientan los efectos de tu amor. Obtén para ellos la devoción a tu Esposa, la fidelidad a tu Hijo, y el respeto inquebrantable por el Padre Eterno que reina con el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

Oración del Papa León XIII

(para recitarse después del Rosario en octubre)

A ti acudimos, bendito San José, en nuestra tribulación, y después de haber invocado el auxilio de tu Santísima Esposa, ahora te pedimos, con el corazón lleno de confianza, que nos protejas. Por ese sagrado vínculo de caridad que te unió a la Inmaculada Virgen Madre de Dios, y por el amor paternal con el que abrazaste al Niño Jesús, te suplicamos humildemente que mires con misericordia la amada descendencia que Jesucristo adquirió con su Sangre, y que con tu poder y fortaleza nos socorras en nuestras necesidades.
Protege, oh providentísimo custodio de la Sagrada Familia, a los hijos elegidos de Jesucristo. Aparta de nosotros, oh amadísimo padre, toda mancha de error y corrupción. Asístenos desde el cielo, valientísimo defensor, en esta lucha contra los poderes de las tinieblas, y así como libraste al Niño Jesús del peligro mortal, ahora defiende a la santa Iglesia de Dios de los engaños del enemigo y de toda adversidad. Cúbrenos con tu constante protección para que, apoyados con tu ejemplo y fortalecidos con tu ayuda, podamos vivir una vida virtuosa, tener una muerte dichosa y obtener en el cielo la bendición eterna. Amén.

Oración del Papa San Pío X a San José Obrero

Glorioso San José, modelo de todos los trabajadores, obtenme la gracia de trabajar con espíritu de penitencia por la expiación de mis innumerables pecados; de trabajar a conciencia, poniendo el culto al deber por encima de mis inclinaciones; de trabajar con alegría y gratitud, considerando un honor el emplear y desarrollar por el trabajo los dones que he recibido de Dios; de trabajar con orden, paz, moderación y paciencia, sin retroceder jamás ante el cansancio y las dificultades; de trabajar sobre todo con pureza de intención y desprendimiento de mí mismo, teniendo siempre ante mis ojos la muerte y la cuenta que deberé rendir del tiempo perdido, de los talentos inutilizados, del bien omitido y de las vanas complacencias en el éxito, tan funestas para la obra de Dios. Amén

Oración del Papa San Juan XXIII

Oh San José, guardián de Jesús y casto esposo de María, tú que pasaste tu vida en el cumplimiento perfecto del deber, sosteniendo a la Sagrada Familia de Nazaret con el trabajo de tus manos, guarda amablemente a quienes con total confianza ahora acuden a ti. Tú conoces sus aspiraciones, sus miserias y sus esperanzas. Vienen a ti porque saben que los entiendes y los proteges. Tú también has experimentado las pruebas, el trabajo y el cansancio, pero aun en medio de las preocupaciones de la vida material, tu alma estaba llena de una paz profunda, y se regocijaba en una alegría infalible por la intimidad con el Hijo de Dios que te fue confiada, y con María, su dulcísima Madre.
Que aquellos a quienes proteges comprendan que no están solos en sus duros afanes, y enséñales a descubrir a Jesús que permanece a su lado, a recibirlo con gracia y protegerlo fielmente como tú lo hiciste, y que con tu intercesión, en cada familia, fábrica, taller, o donde sea que trabaje un cristiano, puedan estar colmados de caridad, paciencia, justicia y buscando lo recto, para que el cielo derrame sobre ellos sus abundantes dones. Amén.

Oración de San Francisco de Sales

Glorioso San José, Esposo de la Virgen María, te suplicamos a través del Corazón de Jesucristo, que nos concedas tu protección paterna.
Tú, que con tu poder alcanzas todas nuestras necesidades y que sabes cómo hacer posibles las cosas más imposibles, vuelve tus ojos paternales a las necesidades de tus hijos. En la confusión y el dolor que nos aprisionan, recurrimos a ti con confianza.
Dígnate tomar bajo tu guía caritativa este importante y difícil asunto, la causa de nuestras preocupaciones, y haz que su feliz resultado sirva para la gloria de Dios y el bien de sus devotos servidores. Amén.

Oración de San Juan Pablo II para la Solemnidad de San José (marzo 19)

San José, Esposo de la Virgen Madre de Dios, ¡enséñanos incesantemente todas las verdades divinas y toda la dignidad humana contenida en la vocación de los esposos y padres!
San José, obtennos de Dios que cooperemos, constantemente, con la gracia del gran sacramento en el que el hombre y la mujer se prometen mutuamente amor, fidelidad e integridad conyugal ¡hasta la muerte!
San José, hombre de justicia, enséñanos el amor responsable hacia los que Dios nos ha encomendado de una forma especial: amor entre los esposos, amor entre los padres y aquellos a quienes han dado vida. Enséñanos a ser responsables de cada vida desde el primer momento de su concepción hasta el último instante en esta tierra. Enséñanos a tener un gran respeto por el don de la vida. Enséñanos a adorar profundamente al Creador, Padre y Dador de vida.
San José, patrono del trabajo humano, asístenos siempre en el trabajo, que es la vocación del hombre sobre la tierra. Enséñanos a resolver los problemas difíciles relacionados con el trabajo en la vida de cada generación, comenzando con los jóvenes, y en la vida de la sociedad.
San José, protector de la Iglesia, hoy, en tu solemnidad, oramos a Dios con estas palabras: “Dios Todopoderoso, que elegiste confiar el inicio de nuestra redención al amoroso cuidado de San José, por su intercesión concédenos que tu Iglesia coopere fielmente en el cumplimiento de la obra de salvación.” Amén.

Oración de San Bernardino de Siena

Recuérdanos, San José, y ruega por nosotros a tu Hijo adoptivo. Pídele a tu santísima Esposa, la Virgen María, que nos mire piadosamente ya que ella es la Madre de Aquél que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina eternamente. Amén.

Oración de San Pedro Julián Eymard

Oh glorioso San José, tú que obedeciste fielmente la ley de Dios, tu corazón fue traspasado al ver la Preciosa Sangre que fue derramada por el Salvador Niño durante su circuncisión, pero el nombre de Jesús te dio nueva vida y te llenó de una silenciosa alegría.
Por ese dolor y alegría, obtén para nosotros la gracia de ser liberados de todo pecado durante la vida, y morir gozosos con el santo nombre de Jesús en nuestros corazones y en nuestros labios. Amén.

Oración del Beato Bartolo Longo (Familiar)

Postrados a tus pies, oh gran santo, te veneramos como padre de nuestro Señor y Dios. Eres la cabeza de la Sagrada Familia, y causa de alegría y deleite de la Santísima Trinidad. ¡Qué gloria para ti ser padre de un Hijo que es el Unigénito de Dios!
Qué bendición saber que eres un padre para nosotros y que somos tus hijos. Sí, somos tus hijos porque somos hermanos de Jesucristo, que quiso llamarse Hijo tuyo. Como hijos tuyos, tenemos derecho a la ternura y bondad de tu corazón paterno; por eso te pedimos: ¡acéptanos! ¡Tómanos bajo tu protección!
Enséñanos a amar la paciencia, la prudencia, la amabilidad, la modestia y la pureza. Sé nuestro refugio y consuelo en todos nuestros dolores, en todas nuestras necesidades, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Oración del Beato Bartolo Longo

San José, Vicario del Espíritu Santo en el cumplimiento de los deberes de tu maravilloso matrimonio con María, preséntale el Espíritu Santo a mi voluntad, para que ésta se encienda con el santo amor de Dios. Preséntale a mi voluntad la Santísima Trinidad para que mis deseos estén siempre a disposición de Dios.
Ofrece mi corazón a Dios para que Él lo habite como un trono de amor y misericordia. Presenta los movimientos de mi alma y todos los afectos de mi corazón a Dios para que, por tu intercesión, siempre sea fiel a la gracia y las inspiraciones del Espíritu Santo. Amén.

Oración de San Alfonso María de Ligorio por una buena muerte

San José, por la asistencia que Jesús y María te dispensaron al morir, te suplico que me protejas de una manera especial en la hora de mi muerte, para que muriendo asistido por ti, en compañía de Jesús y de María, pueda ir a agradecerte en el cielo, y en tu compañía cantar alabanzas a Dios por toda la eternidad. Amén.

Salutaciones a San José de San Juan Eudes

Te saludo, José, imagen de Dios Padre
Te saludo, José, padre de Dios Hijo
Te saludo, José, santuario del Espíritu Santo
Te saludo, José, amado de la Santísima Trinidad
Te saludo, José, fidelísimo coadjutor del gran consejo
Te saludo, José, dignísimo Esposo de la Virgen María
Te saludo, José, padre de todos los fieles
Te saludo, José, guardián de los que han abrazado la santa virginidad
Te saludo, José, fiel observador del sagrado silencio
Te saludo, José, amante de la santa pobreza
Te saludo, José, modelo de mansedumbre y paciencia
Te saludo, José, espejo de humildad y obediencia
Bendito eres entre todos los hombres
Benditos tus ojos que han visto lo que tú has visto
Benditos tus oídos que han escuchado lo que tú has escuchado
Benditas tus manos que han tocado y atendido al Verbo encarnado
Benditos tus brazos que han sostenido a Aquél que todo lo sostiene
Bendito tu pecho sobre el que el Hijo de Dios descansó tiernamente
Bendito tu corazón inflamado de amor ardiente
Bendito sea el Padre Eterno que te eligió
Bendito sea el Hijo que por siempre te amó
Bendito sea el Espíritu Santo que te santificó
Bendita sea María, tu Esposa, que te cuidó como Esposo y hermano
Bendito sea el Ángel que te sirvió de guardián
Y benditos sean por siempre todos los que te aman y te bendicen. Amén.

Oración de la Novena al Manto Sagrado

Oh glorioso patriarca San José, tú que fuiste elegido por Dios sobre todos los hombres para ser la cabeza terrenal de la más sagrada de las familias, te suplico que me aceptes dentro de los pliegues de tu sagrado manto, para que seas el guardián y custodio de mi alma.
A partir de este momento te elijo como mi padre, mi protector, mi consejero y mi patrono, y te suplico que pongas bajo tu custodia mi cuerpo, mi alma, todo lo que soy, lo que poseo, mi vida y mi muerte.
Mírame como a uno de tus hijos; defiéndeme de la traición de mis enemigos, invisibles o no, ayúdame en todo momento en todas mis necesidades; consuélame en la amargura de mi vida y especialmente a la hora de mi muerte, y aunque sea una sola palabra, háblale de mí al Redentor Divino, a quien fuiste digno de sostener entre tus brazos, y a la Santísima Virgen María, tu castísima Esposa. Pide para mí esas bendiciones que me llevarán a la salvación. Inclúyeme entre aquellos que te son más queridos, y me dedicaré a demostrarte que soy digno de tu especial patrocinio. Amén.

Oración a San José, Terror de los Demonios

San José, Terror de los Demonios, lanza tu solemne mirada sobre el demonio y todos sus secuaces, y protégenos con tu poderosa vara. Huiste de noche para evitar los malvados planes del maligno; ahora, con el poder de Dios, ¡aniquila a los demonios que huyen de ti! Te suplicamos que protejas especialmente a los niños, a los padres, a las familias y a los moribundos. Por la gracia de Dios, ningún demonio se atreve a acercarse cuando tú estás cerca, y por eso te pedimos que ¡siempre estés junto a nosotros! Amén.

Oración a San José por alguien en particular, del Padre Donald Calloway

Oh, maravilloso San José, con todo mi corazón encomiendo a tu cuidado la salvación de _. Jesús derramó su Sangre por esta persona; no permitas que la Preciosa Sangre de Nuestro Salvador haya sido derramada en vano. Libera a __________ de los engaños del demonio. Sana a _____ del veneno del mundo, y te suplico que no dejes de interceder por ___ hasta que las puertas del cielo se abran a su alma. Ruégale a tu Esposa que ponga a _______ bajo su manto maternal. Mientras esta alma viva en la tierra, concédele la conversión, el amor a Jesús, a María y a la Iglesia Católica, y que regrese a participar plenamente de los Sacramentos. ¿A quién podría yo recurrir sino a ti, mi padre espiritual? En ti está puesta mi confianza, en ti pongo mi esperanza, escucha mi oración, padre espiritual, y aleja mis temores. Dios te escuchará. Pídeselo en mi nombre por el amor que nos tienes a todos. Amén.

Oración a San José por un alma del purgatorio, del Padre Donald Calloway

San José, tú que reinas en el cielo con Jesús y María, intercede por las almas del purgatorio. Hoy, en particular, te pido que dirijas tu mirada al alma que está más olvidada en el purgatorio. Esta alma anhela ver el rostro de Dios, oh buen padre. Pídele a la Santísima Trinidad que hoy lleve esta alma a la gloria celestial. Acuérdate de mí, San José, cuando yo muera, y te ruego que no tardes en liberarme del purgatorio para que pueda verte a ti, a Jesús y María cara a cara. Amén.

Oración a San José por la pureza, del Padre Donald Calloway

San José, fuerte padre espiritual, defiéndeme de los pecados de la carne. Jesús dijo: “Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios”. San José, Terror de los Demonios, protégeme de la lujuria, de los deseos inmorales de mi corazón y de las acciones impuras de mi cuerpo. Ayúdame a no ofender a Dios. Aquí y ahora me encadeno a ti y sacrifico todo por el bien, la verdad y la belleza. Te amo, San José, y te agradezco que seas mi padre espiritual. Amén.

Oración a San José dormido

Oh San José, hombre altamente favorecido por el Altísimo, el ángel del Señor se te apareció en sueños mientras dormías para advertirte y guiarte en tu misión de cuidar a la Sagrada Familia. Tu actitud de silencio y fortaleza te convirtió en un gran protector, leal y valiente. Querido San José, mientras descansas en el Señor, confiado de su absoluto poder y bondad, mírame y lleva mis necesidades a tu corazón, sueña con ellas y preséntalas a tu Hijo (menciona tu petición).
Ayúdame, buen San José, a escuchar la voz de Dios, a levantarme y a actuar con amor. Alabo y agradezco a Dios con alegría. San José, te amo. Amén.

Veni, Sancte Spiritus
(Ven Espíritu Santo)

Ven Espíritu Santo y envía desde el cielo un rayo de tu luz.
Ven, padre de los pobres, ven a darnos tus dones, ven a darnos tu luz.
Consolador lleno de bondad, dulce huésped del alma, suave alivio de los hombres.
Tú eres descanso en el trabajo, templanza en las pasiones, alegría en nuestro llanto.
Penetra con tu Santa Luz en lo más íntimo del corazón de tus fieles.
Sin tu ayuda divina no hay nada en el hombre, nada que sea inocente.
Lava nuestras manchas, riega nuestra aridez, cura nuestras heridas.
Suaviza nuestra dureza elimina con tu calor nuestra frialdad corrige nuestros desvíos.
Concede a tus fieles que confían en Ti, tus siete sagrados dones.
Premia nuestra virtud, salva nuestras almas, danos la eterna alegría.
Amén. Aleluya.

LETANÍA DE SAN JOSÉ

  • Señor, ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros
  • Cristo, ten piedad de nosotros, Cristo, ten piedad de nosotros
  • Señor, ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros
  • Cristo, óyenos, Cristo, óyenos
  • Cristo, escúchanos, Cristo, escúchanos
  • Dios, Padre celestial, Ten misericordia de nosotros
  • Dios Hijo, Redentor del mundo, Ten misericordia de nosotros
  • Dios Espíritu Santo, Ten misericordia de nosotros
  • Santísima Trinidad, un solo Dios, Ten misericordia de nosotros
  • Santa María, Ruega por nosotros
  • San José, Ruega por nosotros
  • Noble Retoño de David, Ruega por nosotros
  • Luz de los Patriarcas, Ruega por nosotros
  • Esposo de la Madre de Dios, Ruega por nosotros
  • Casto Guardián de la Virgen, Ruega por nosotros
  • Padre Nutricio del Hijo de Dios, Ruega por nosotros
  • Ferviente Defensor de Cristo, Ruega por nosotros
  • Jefe de la Sagrada Familia, Ruega por nosotros
  • José Justísimo, Ruega por nosotros
  • José Castísimo, Ruega por nosotros
  • José Prudentísimo, Ruega por nosotros
  • José Valientísimo, Ruega por nosotros
  • José Obedientísimo, Ruega por nosotros
  • José Fidelísimo, Ruega por nosotros
  • Espejo de Paciencia, Ruega por nosotros
  • Amante de la Pobreza, Ruega por nosotros
  • Modelo de los Obreros, Ruega por nosotros
  • Gloria de la Vida Doméstica, Ruega por nosotros
  • Guardián de las Vírgenes, Ruega por nosotros
  • Pilar de las Familias, Ruega por nosotros
  • Consuelo de los Afligidos, Ruega por nosotros
  • Esperanza de los Enfermos, Ruega por nosotros
  • Patrono de los Moribundos, Ruega por nosotros
  • Terror de los Demonios, Ruega por nosotros
  • Protector de la Santa Iglesia, Ruega por nosotros

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Perdónanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Escúchanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten piedad de nosotros.

Lo hizo Señor de su Casa, y administrador de todas sus posesiones

Oremos: Oh Dios, que en tu amorosa providencia elegiste a San José para ser esposo de tu santísima Madre, concédenos la gracia de tener como nuestro intercesor en el cielo a aquél que veneramos en la tierra como nuestro protector. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

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