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José Valientísimo

Ruega por Nosotros

Tan perfectamente estaba San José muerto al mundo y a la carne, que no deseaba nada más que las cosas del cielo

— Santa Brígida de Suecia

San José no deseaba nada más que las cosas del cielo. Vivió enteramente por amor a Jesucristo y, después de María, es el discípulo más fiel de Jesús. San José es el padre de Jesús, pero también es su discípulo. Se necesita valor para ser un fiel discípulo de Jesús. Muchos están dispuestos a seguir a Jesús cuando la situación es agradable, pero no muchos están dispuestos a seguirlo cuando la situación es difícil y llena de tristezas. San José fue siempre fiel, siempre valiente.

En diferentes traducciones de la Letanía de San José, el título “Valientísimo” a veces se interpreta como “el más intrépido” o “el más fuerte.” En esencia, las tres expresiones significan lo mismo: San José era valiente y de gran coraje. No tenía ningún otro miedo que el de ofender a Dios, y obró con extraordinaria fortaleza para proteger a Jesús y a María. La fortaleza es una virtud cardinal que sostiene firmemente la voluntad de la persona y la ayuda a resolver decididamente hacer la voluntad de Dios, incluso en medio de un gran sufrimiento.

SAN JOSÉ ES UN HOMBRE VALIENTE

La palabra valiente proviene del latín valens que significa fuerte, robusto, que no tiene miedo. Ser valiente es amar más el bien que temer el mal y el sufrimiento. Un hombre valiente es decidido, audaz y luchador en medio de las pruebas. Nadie puede negar que San José tenía estas virtudes. San José tuvo que ser valiente para llevar a su familia a territorio enemigo (Egipto). Sabía que quizás tendría que defender a su esposa e Hijo contra los asaltos físicos y estaba dispuesto a hacerlo. Ningún hombre fácil de intimidar se habría embarcado en un viaje de tal envergadura; a San José no lo intimidaba nadie.

SAN JOSÉ TE AYUDARÁ A SER VALIENTE

Hay que ser valiente para ser santo. Si imitas a San José, no dudarás en entrar a territorio enemigo o sufrir en el combate espiritual. A Egipto se le conocía por ser tierra de ladrones, rituales paganos, ídolos y hechiceros. San José no le tuvo miedo a ningún hombre porque Dios estaba con él. ¡Tu padre espiritual es un hombre que arde de amor a Dios! “Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Rom 8, 31).

SAN JOSÉ HARÁ QUE CREZCA EN TI LA VIRTUD DE LA FORTALEZA

¿Recuerdas el pasaje de la Escritura en el que Jesús se acerca a sus discípulos caminando sobre el agua? Los discípulos estaban aterrados y Jesús tuvo que calmar sus espíritus diciendo: “Tranquilícense, soy yo; no teman.” (Mt 14, 27). ¿Qué dices de ti? ¿De qué tienes miedo? ¿De perder tu trabajo? ¿De sacrificar tu buen nombre y los honores mundanos? San José sacrificó todo por amor a Jesús y María. Tu padre espiritual fue un hombre pobre sin ningún valor para el mundo, sin embargo, los demonios y los hechiceros de Egipto estaban aterrorizados por el valiente corazón de San José.

Jesús mismo aprendió a ser valiente por el ejemplo que le dio San José. Jesús fue testigo de la valentía de su padre en Egipto, Nazaret, Jerusalén y los muchos otros lugares por los que viajaron juntos. San José le dio a su Hijo un ejemplo de amor, valentía, fortaleza y fuerza varoniles. Con San José como tu padre espiritual, tú tampoco tendrás nada que temer. Nuestro Señor mismo, justo antes de su sufrimiento y muerte, instruyó a sus discípulos para que actúen con valentía varonil, diciéndoles: “En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo” (Jn 16, 33). Dirige tu rostro hacia la Jerusalén celestial ¡y jamás mires hacia atrás!

Oh José, padre virginal de Jesús, purísimo esposo de la Virgen María, ruega por nosotros diariamente al Hijo de Dios para que, armados con las herramientas de su gracia, podamos luchar en esta vida como debemos, y a la hora de la muerte seamos coronados por Él.

— San Bernardino de Siena

Lectura

Los hombres viejos no caminan a Egipto

Nos preguntamos por qué el Evangelio habla tan poco de San José. ¿Pero no lo dijo todo cuando nos enseñó que él era el esposo de María?

— Beato Guillermo José Chaminade

En 1981, la Madre Angélica fundó la cadena televisiva “Palabra Eterna” (EWTN por sus siglas en inglés). Su bendecida cadena es un apostolado mediático católico extremadamente exitoso y fructífero. El sentido común, la sencilla sabiduría y la firme ortodoxia de la Madre Angélica ha catequizado los corazones y mentes de millones de personas alrededor del mundo. La Madre Angélica falleció en 2016, pero EWTN continúa guiando a muchas personas hacia Jesucristo y a la Iglesia Católica.

La Madre Angélica amaba mucho a San José. En una ocasión, durante un programa en vivo, una persona llamó para hacerle preguntas sobre San José. Decía algo así: “Madre Angélica, ¿Cree usted que San José era viejo o joven?” La Madre Angélica respondió con su clásico ingenio, diciendo: “Bueno, querido, esa es una buena pregunta. No hay una enseñanza oficial de la Iglesia sobre si San José era viejo o joven, pero yo prefiero a un José joven. Todo lo que sé, querido, es que ¡los hombres viejos no caminan a Egipto!”

La franca respuesta de la Madre Angélica tiene todo el sentido. Un hombre viejo no sólo no habría sido capaz de caminar hasta Egipto, sino que tampoco habría podido caminar las 80 millas de distancia que hay entre Nazaret y Belén por un camino desértico y muy accidentado.

San José necesitaba caminar mucho para sustentar a la Sagrada Familia. Después de haber andado esas 80 millas de Nazaret a Belén, San José recibió instrucciones de un Ángel de tomar al Niño y a su Madre y llevarlos a Egipto, otro largo viaje para San José y su familia. La distancia de Belén a la frontera de Egipto es de unas 40 millas. Ningún historiador cree que la Sagrada Familia se asentara en la frontera; más bien, se adentraron en la tierra de Egipto donde había posibilidades de trabajo, comida y algún tipo de civilización. No sabemos exactamente en qué lugar de Egipto se asentaron Jesús, María y José, pero seguramente necesitaron caminar mucho más allá de la frontera.

¿Alguna vez has visitado Tierra Santa o el norte de África? Si lo has hecho, sabrás que el terreno es accidentado, el calor muy intenso y hay muchos peligros. Caminar a Egipto y quedarse allí durante años sin conocer a nadie y tratando de sobrevivir no son cosas que se asocien a un hombre viejo.

Y después de muchos años de vivir en Egipto, San José supo por un Ángel que Herodes había muerto, por lo que ahora San José necesitaba alistar a su familia y caminar de Egipto de regreso a Nazaret; ¡eso es más de 120 millas! La distancia de la ciudad de Nueva York a Filadelfia es de 92 millas; añade otras 30 millas, y eso es lo que San José tuvo que hacer. No había ningún “Jersey Turnpike” (peaje carretero en Nueva Jersey), con suaves autopistas y cómodas paradas para descansar a lo largo del camino. Era subir, bajar, y rodear colinas.

La interminable caminata tampoco terminó cuando la Sagrada Familia llegó a Nazaret. Como fieles judíos, los hombres de la casa estaban obligados a viajar a Jerusalén tres veces al año para cumplir con la Ley del Señor. “Tres veces al año se presentarán todos tus varones ante Yahveh, el Señor, el Dios de Israel.” (Ex 34,23). Recuerda: son 80 millas sólo de ida. ¡Eso es mucho caminar!

San José no pudo haber sido un hombre viejo cuando se desposó con María. Los hombres viejos no caminan a Egipto, y tampoco caminan tres veces al año de Nazaret a Jerusalén.

Buen Padre San José, te agradezco por haber cuidado a mi Madre María mientras estuviste en la tierra

— Sierva de Dios Sor María Marta Chambón

Oración

LETANÍA DE SAN JOSÉ

  • Señor, ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros
  • Cristo, ten piedad de nosotros, Cristo, ten piedad de nosotros
  • Señor, ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros
  • Cristo, óyenos, Cristo, óyenos
  • Cristo, escúchanos, Cristo, escúchanos
  • Dios, Padre celestial, Ten misericordia de nosotros
  • Dios Hijo, Redentor del mundo, Ten misericordia de nosotros
  • Dios Espíritu Santo, Ten misericordia de nosotros
  • Santísima Trinidad, un solo Dios, Ten misericordia de nosotros
  • Santa María, Ruega por nosotros
  • San José, Ruega por nosotros
  • Noble Retoño de David, Ruega por nosotros
  • Luz de los Patriarcas, Ruega por nosotros
  • Esposo de la Madre de Dios, Ruega por nosotros
  • Casto Guardián de la Virgen, Ruega por nosotros
  • Padre Nutricio del Hijo de Dios, Ruega por nosotros
  • Ferviente Defensor de Cristo, Ruega por nosotros
  • Jefe de la Sagrada Familia, Ruega por nosotros
  • José Justísimo, Ruega por nosotros
  • José Castísimo, Ruega por nosotros
  • José Prudentísimo, Ruega por nosotros
  • José Valientísimo, Ruega por nosotros
  • José Obedientísimo, Ruega por nosotros
  • José Fidelísimo, Ruega por nosotros
  • Espejo de Paciencia, Ruega por nosotros
  • Amante de la Pobreza, Ruega por nosotros
  • Modelo de los Obreros, Ruega por nosotros
  • Gloria de la Vida Doméstica, Ruega por nosotros
  • Guardián de las Vírgenes, Ruega por nosotros
  • Pilar de las Familias, Ruega por nosotros
  • Consuelo de los Afligidos, Ruega por nosotros
  • Esperanza de los Enfermos, Ruega por nosotros
  • Patrono de los Moribundos, Ruega por nosotros
  • Terror de los Demonios, Ruega por nosotros
  • Protector de la Santa Iglesia, Ruega por nosotros

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Perdónanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Escúchanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten piedad de nosotros.

Lo hizo Señor de su Casa, y administrador de todas sus posesiones

Oremos: Oh Dios, que en tu amorosa providencia elegiste a San José para ser esposo de tu santísima Madre, concédenos la gracia de tener como nuestro intercesor en el cielo a aquél que veneramos en la tierra como nuestro protector. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

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2 comentarios en “Día 19 José Valientísimo”

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