Después de la Consagración
San José, prometo honrarte todos los días mediante algún acto especial de devoción y ponerme bajo tu protección diariamente.
— San Alfonso María de Ligorio
El fruto de la consagración a San José es parecerte a tu padre espiritual y volverte un José en la virtud. El propósito de la Consagración a San José es convertirte en una “aparición de San José” en el mundo. La gente necesita ver en ti las virtudes de San José. Tus palabras y acciones deberán reflejar su santidad, pureza, amor, humildad, espíritu de oración y sacrificio.
Además, los que se han consagrado a San José no necesitan llevar un signo exterior de consagración. Podrías elegir portar un escapulario o medalla, o algún otro sacramental en honor a San José, pero no es necesario. Lo más importante de recordar es que tú eres el signo.
Ahora bien; para evitar que el fervor inicial de haberte consagrado a San José se vaya esfumando, te sugiero que hagas una o todas las cosas que menciono a continuación:
- Recita diariamente un acto de consagración a San José.
- Rézale a San José todos los días alguna de las oraciones sugeridas. (Santa Faustina rezaba diariamente un Padre Nuestro, un Ave María, un Gloria, y un Memorare a San José.)
- Continúa rezando la Letanía de San José regularmente, y trata de memorizarla.
- Los miércoles, intenta pasar con San José un poco más de tiempo que los demás días de la semana.
- Practica la Devoción de los Siete Domingos a San José.
- Cuando reces los Misterios Gozosos del Rosario, hazlo también en honor a San José.
- Realiza anualmente una peregrinación a una iglesia o santuario dedicado a San José.
- Anualmente, renueva tu consagración a San José mediante la versión larga de la oración de consagración. No es necesario que vuelvas a hacer los 33 días de preparación (aunque no sería mala idea).
- Comienza un grupo de consagración en tu parroquia, familia, diócesis, convento, seminario o comunidad religiosa (ver aquí sobre cómo conducir un programa de grupo). Se requiere muy poco esfuerzo y es fácil de hacer. Jesús y María te bendecirán grandemente por difundir la devoción a San José.
Si aún no formas parte de los Caballeros de Colón, únete a la Asociación Católica más Grande del Mundo, un apostolado Fraternal, Familiar y de Servicio. La Orden de los Caballeros de Colón fue fundada en la iglesia de Santa María en New Haven, Connecticut, en 1882 por el sacerdote (ahora Beato) Michael J. McGivney. Nuestro Fundador propuso crear una organización laica para impedir que los hombres católicos entraran en sociedades secretas contrarias a la enseñanza de la Iglesia, uniendo a los hombres católicos y ayudando a las familias de los miembros fallecidos. Además de los beneficios de la Orden, los hombres católicos fueron atraídos a los Caballeros por su énfasis en servir con virtud a la Iglesia, la comunidad y la familia. Participando en los Caballeros de Colón podrás ayudar a la iglesia a difundir estas devociones y salvar almas.
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Agardazco de corazon la invitacion a participar de estos 33 dias de preparacion para la Consagracion a San
Jose. Al conclir la preparacion, me consagro esperando en que Dios Padre todo Poderoso, su hijo nuestro Senor Jesucristo, su Santisima Madre la siempre Virgen Maria y San Jose, me ayuden a vivir una vida distinta y completamente enfocada en llevar esta consagracion a muchas mas personas.
Saludos y reitero mi agradecimiento.
PD. Una disculpa por la puntuacion en mi escrito. Esta maquina no tiene un teclado convencional.